Los días con nieve, y sobre todo con nieve dura, o no mucha nieve, o cuando hay poca nieve sobre sustratos duros (que puede ser la propia nieve helada), son especialmente buenos para hacer seguimiento de los mamíferos. Y esta mañana era uno de esos días. No hemos podido ver tantas huellas de especies diferentes pero hemos podido ver muchísimas huellas de zorro. Prácticamente durante todo el camino hemos visto huellas de zorro recientes. Puesto que ayer llovió y nevó todas las huellas bien definidas de zorro las atribuimos a la noche pasada.
En la entrada anterior habíamos comentado que los zorros cuando se desplazan dejan un rastro de huellas como el que aparece más arriba: una líneas donde las patas posteriores se superponen a las anteriores.
Este es el caso de algunas de las fotografías sucesivas.
Como se puede ver la distancia de avance es de unos 70 cm en el caso de este ejemplar.
Hasta aquí todo normal. Sin embargo, en la secuencia siguiente se puede ver como, siempre sobre la nieve, el ejemplar pasa al modelo trote sobre sustrato duro y vuelve nuevamente al modelo trote sobre la nieve.
Y para destrozar algo más la teoría hace rastros mixtos de ambos modelos de trote...
Y aquí se ofrecen una serie de medidas y dos aspectos a tener en cuenta: las medidas sobre nieve suelen ser más grandes que en el barro y cuando aparecen dos huellas en las fotos una de las huellas suele ser más grande y es la de la extremidad anterior.