martes, 14 de abril de 2015

IV Sondeo ibérico de nutria paleártica


IV Sondeo ibérico de nutria paleártica





A lo largo de los años 2014 y 2015, la SECEM (Sociedad para la Conservación y el Estudio de los Mamíferos) organiza el IV sondeo ibérico de nutria paleártica.




Desde la Sociedad de Ciencias Naturales Gorosti queremos echarles una mano y contribuir al conocimiento del estado de conservación de este emblemático mustélido. Buscamos voluntarios que quieran participar buscando rastros de nutria siguiendo una metodología standard muy sencilla en cuadriculas UTM previamente asignadas. Si estás interesado en colaborar puedes ponerte en contacto con nosotros a través de este foro o en el siguiente correo electrónico:  nutria@gorosti.org. Coodinará el censo en Navarra Alfonso Fernández





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La nutria se hace urbana: la nutria vuelve al Arga en Pamplona

La nutria

Autores. Juan Ignacio Deán Pinedo y Daniel García Mina

¿Qué es una nutria? Prácticamente todo el mundo lo sabe. Es un animal acuático.

Y además que habita en los ríos y que se alimenta de peces, ¡ah! y que es relativamente grande. Aparte de eso, probablemente la inmensa mayoría de nosotros no sabríamos añadir mucho más.

El presente artículo divulgativo pretende ofrecer información adicional sobre una especie que tras una prolongada reducción poblacional se ha recuperado y que, sin embargo, dados sus hábitos básicamente nocturnos pasa ampliamente desapercibida.



Dibujo. Alfonso Fernández

Status legal

La nutria está considerada como especie vulnerable tanto a nivel nacional como europeo. Dada su amplia  distribución geográfica y su clara recuperación en las dos últimas décadas, no está considerada en peligro, a pesar de que en Navarra está catalogada como en “Peligro de extinción” desde hace varios años.

Distribución

La nutria europea (Lutra lutra) es la nutria con mayor distribución del mundo, donde existen otras 12 especies de nutrias reconocidas. Pero a pesar de su nombre, la nutria se distribuye no solo en Europa sino también en el norte de África, Oriente Próximo, y la mayor parte de Asia hasta los confines de la India, Malasia o Indonesia así como en numerosas islas de esa región.

En España tras la recuperación de las últimas 2-3 décadas se encuentra presente en 42 de las 47 provincias peninsulares, siendo muy común en la vertiente occidental de la Península y rarificándose en la costa mediterránea, y cuencas de ríos que desembocan en el mediterráneo así  como en el País Vasco.


Dibujo. Alfonso Fernández

En Navarra la nutria era considerada como una especie habitual y común en los años 70 del siglo pasado en prácticamente toda la provincia. Sin embargo, de ahí pasó a una situación de extrema rarefacción en la década de los 80 y aún más en los 90, momento en el que quedó relegada al río Bidasoa, la vertiente pirenaica en los ríos Irati y Salazar y la cuenca alta de los ríos Ega y Urederra habiendo desaparecido de buena parte del este, centro y sur de Navarra. En la actualidad, la nutria ha recuperado su espacio en prácticamente toda Navarra estando presente en todas las cuencas, y ha llegado a introducirse en las poblaciones humanas como comentaremos más adelante.




Morfología, alimentación y biología

La nutria es un animal perfectamente adaptado al medio acuático. Presenta una cabeza ancha y aplanada con los ojos, oídos y orificios nasales en la parte superior. Tiene un cuerpo fusiforme con patas cortas para remar y cinco dedos unidos por una membrana interdigital bien desarrollada, aunque no completa. La cola es larga, ancha y aplanada en su base para hacerse más puntiaguda hacia el extremo. Nada al “estilo perro” y cuando bucea mantiene las manos pegadas al cuerpo impulsándose con las patas traseras y realizando movimientos laterales con la cola. Bucea en periodos de unos 30 o 40 segundos. Fuera del agua es más torpe pero tiene un trote rápido muy característico. Su pelaje es denso, de color castaño, y con una mancha más clara en la garganta y parte superior del pecho.




¿Cuánto pesa y cuánto mide una nutria? Los machos son algo mayores que las hembras. Pesan entre 6.1-9.5 kilos y miden unos 60-75 cm. Las hembras pesan unos 4.4-6.5 kg y miden entre 59 y 71 cm. Junto con el tejón son los mustélidos más grandes presentes en Navarra.

Tiene muy buenos sentidos del oído, olfato y del tacto. A pesar de ello, el oído no está adaptado a la vida subacuática, pero la vista en inmersión es buena y la sensibilidad de las vibrisas faciales, es decir los “bigotes” de la cara es excelente.

Las nutrias son fundamentalmente nocturnas pero en ciertas zonas donde no sufren la presión humana no es difícil el observarlas activas durante el día, sobre todo en época de celo. Realizan grandes desplazamientos, de los cuáles unos se pueden considerar de travesía y otros de alimentación. Los primeros son claramente direccionales y muy veloces, pudiendo desplazarse a velocidades de entre 1.4 y 4 km hora. Tienen zonas en las que se alimentan o se reproducen y por ello pasan en las mismas más del 10 % del total. Algunos ejemplares llegan a desplazarse hasta 16 km en una noche y los machos se desplazan distancias más largas que las hembras.

Salvo en la época reproductora las nutrias son animales solitarios. No existe una época propiamente de apareamiento pero la mayoría de las crías nacen en primavera o verano. 




La cópula va precedida de persecuciones entre la pareja que nada y bucea junta, normalmente en los meses de diciembre y enero; persecuciones que son espectaculares con mordiscos, empujones y demás acciones que pueden paracer violentas. La ovulación de las hembras se produce entre 17 y 51 días con un promedio de 36 y las hembras construyen un nido en alguna oquedad o más raramente entre la vegetación. La gestación dura 9 semanas y lo más habitual es que las camadas sean de dos o tres ejemplares aunque pueden ser de entre solamente uno y seis. A las 4-5 semanas, las crías abren totalmente los ojos; a las 10 juegan en la entrada de la madriguera, y a las 14 semanas son destetados. A los 3 meses tienen su primer contacto con el agua y a los 4 se hacen independientes siendo capaces de buscar su propio alimento.

En cuanto a su alimentación, la detección de las presas es visual mientras anda por la orilla, nada o bucea. Si la oscuridad es total o el agua está totalmente turbia se vale de sus vibrisas de la cara para detectar los movimientos de las presas. Las presas que constituyen la mayoría de la alimentación de las nutrias son los peces de diferentes especies en función de la disponibilidad regional y estacional de las mismas. También se pueden alimentar en menor medida de anfibios y aún menos de mamíferos o invertebrados. Entre estos y en función de su disponibilidad, los cangrejos pueden representar una parte muy importante de la dieta, sobre todo tras la introducción por el hombre de los cangrejos americanos hace años, y que a pesar de acabar con las poblaciones de cangrejo autóctono debido a la transmisión de una enfermedad, dieron facilidad a las nutrias para las búsqueda de alimento y son a día de hoy una presa importantísima, ya que estos cangrejos americanos se encuentran a lo largo de casi toda la geografía navarra.

La nutria regresión y recuperación

Como se ha comentado, entre los años 50 y 70 la nutria sufrió una dramática regresión en muchos países europeos de algunos de los cuáles llegó a desaparecer. Las causas se achacan a la persecución directa que fue progresivamente sustituida por la destrucción del hábitat, la contaminación de las aguas y la disminución de las presas disponibles. En los años 1984-1985 se realizó el primer sondeo de nutria a nivel nacional y para entonces la especie se había extinguido de Holanda, Bélgica, Suiza y Luxemburgo y estaba en estado crítico en Inglaterra, Suecia, Dinamarca y la antigua República Federal de Alemania. Además, se había extinguido de amplias regiones de Francia, País de Gales, Austria o Polonia. También en la mitad oriental de España la nutria había desaparecido en su mayoría en los años 70. Por el contrario la mitad occidental mantenía poblaciones en muy buen estado, quizá asociadas a comarcas con menos impacto de la presión humana y por lo tanto de los factores que estaban influyendo en la extinción de la especie en amplias comarcas.

A nivel nacional se han realizado tres censos generales de nutrias a mediados de las décadas de los años 80 y 90 del siglo pasado y de los años 2000 del presente. En el primer censo las estaciones positivas frente al total fueron del 35 %, en el segundo del 48.8 % y en el tercero se alcanzó la cifra de 64.8 %.



En Navarra, por el contrario del primer censo al segundo se produjo una disminución del 16,7 % a tan solo 6,4 % de estaciones positivas que mostraba la situación crítica de la especie y explicaba el hecho de que había quedado relegada a los tramos altos de ríos en estado de buena conservación. Sin embargo, desde entonces la nutria no ha hecho sino recuperar terreno y ocupar nuevos hábitats y hoy es común en los tramos bajos de los ríos, por ejemplo, en el tramo bajo del Aragón (Peralta, Falces. Funes), en la laguna de Pitillas, en la zona de Sangüesa-Lumbier, en la propia ciudad de Pamplona y en las zonas occidental y norte de la comunidad. En otras palabras, en la actualidad cualquier tramo de río o zona húmeda es susceptible de estar habitado por nutrias o ser colonizado por las mismas. No en vano los factores que venían comprometiendo su existencia, persecución humana, destrucción de riberas, contaminación de las aguas y reducción de sus presas se han reducido en buena medida. A todos estos factores, se suma además como ya se ha dicho antes la gran proliferación de los cangrejos americanos que sin duda alguna son a día de hoy una de las principales fuentes de alimento de este mamífero.

L a nutria se hace urbana






Observaciones de nutria (huellas en amarillo, excrementos en negro, avistamientos en rojo)

La calidad de las aguas del Arga, justo es reconocerlo, ha sufrido una mejora impresionante en las últimas décadas debido a la instalación de depuradoras, la prohibición y sanción de los vertidos, y en términos generales debido a un cambio de actitud colectivo donde el aumento del respeto por el medio natural ha ido ganando a todas luces terreno. El resultado no puede estar más a la vista, numerosas especies han recolonizado espacios, en particular algunos espacios fluviales, que habían abandonado previamente. En particular las condiciones en la cuenca de Pamplona han cambiado radicalmente, la fauna piscícola se ha recuperado, y junto con ella se realizan observaciones de mamíferos y aves impensables hace tan solo unos años. Entre estas cabe recordar las observaciones de gallinetas comunes, de rascones, cormoranes, garzas, martinetes e incluso de un avetorillo observado recientemente en las orillas del Arga a su paso por Pamplona. Entre los mamíferos, las estrellas de esta recuperación son la nutria y el visón europeo pero en las orillas del Arga se puede descubrir también la presencia de garduñas, erizos, topos, comadrejas, y de una legión de roedores.

Seguimiento de la nutria en Pamplona

Poco a poco las observaciones de nutria o la presencia de sus rastros, básicamente huellas y excrementos se ha ido haciendo más frecuente en distintos puntos del Arga a su paso por la comarca de Pamplona pero de un tiempo a esta parte, desde hace aproximadamente dos años hemos podido constatar la presencia permanente de ejemplares de nutria en las orillas del Arga en el mismo centro de la ciudad de Pamplona. Entre nosotros las nutrias son animales de hábitos nocturnos lo que hace que su presencia pase francamente desapercibida como pondremos de manifiesto a continuación. Y esto es así tanto para los paseantes habituales como para los estudiosos de los mamíferos. Sin embargo, antes o después las nutrias abandonan los cauces para reposar, atusarse el pelaje, alimentarse, aparearse o para realizar el resto de las actividades de su biología. Y es ahí cuando necesariamente deben dejar sus rastros en forma de huellas y excrementos y son estos los que nos van a delatar su presencia. En realidad no es tan simple ya que en verano el caudal del río baja y permanece constante durante días o semanas, e incluso meses y las orillas se secan y endurecen de manera que los mamíferos y entre ellos las nutrias dejan de marcar sus huellas en el suelo. Es por ello  que nuestros datos de contactos con las nutrias mediante la detección de sus huellas muestran un agujero en la época veraniega.




Estamos convencidos de que la nutria sigue presente pero somos incapaces de detectarla. De hecho, en cuanto las orillas son barridas por las primeras crecidas importantes del río  no  tardan en aparecer las huellas en los días siguientes. Por otra, las riadas juegan a nuestro favor… Las subidas del río limpian de hojas y otros materiales las orillas del río y reblandecen el sustrato, depositando una capa de lodo sobre la cual no es complicado el detectar e identificar las huellas de los distintos animales y en particular las de las nutrias.

El estudio de la nutria en el otoño-invierno de 2014.

Las huellas que quedan marcadas en julio de un año se mantienen y conservan razonablemente hasta la primera riada del otoño. En los dos últimos años esto ha ocurrido en la primera quincena de noviembre. No es que antes no se hayan producido lluvias intensan pero en los meses de verano la tierra empapa rápidamente las precipitaciones caídas y estas no se reflejan tan drásticamente en el aforo y caudal del río Arga. Las huellas que han quedado impresas en el barro en el mes de julio se borran con estas primeras riadas y empieza nuestro ciclo de estudio. En el 2014 la primera constatación de presencia de nutria fue el 9 de noviembre. En la segunda visita el 23 de noviembre se constató nuevamente la presencia de la nutria. El 2 de diciembre otra riada borró las huellas existentes y la nutria volvió a estar presente entre este día y el 4, y entre el 4 y el 8 de diciembre. El 9 hubo otra gran riada y volvieron a desaparecer nuevamente todos los rastros. A partir de esta fecha se ha constatado la presencia reiterada de nutria los días 14, 19, 24 y 26. En la única ocasión en la que no se observaron huellas recientes fue entre los días 19 y 20 de diciembre. La conclusión que se extrae es que la nutria se ha aquerenciado y es habitual en las orillas del Arga a su paso por Pamplona.

Entonces, siendo una zona tan concurrida, ¿por qué no se ve más habitualmente?





Básicamente porque la nutria tiene un comportamiento predominantemente nocturno Sin embargo, son varias las observaciones visuales de la nutria. La misma ha sido observada, que sepamos, en Villava (observación nocturna), en las proximidades del puente de las Oblatas, en la cercanía del cementerio y no lejos del puente de Miluce. Estas observaciones junto con el registro de rastros y señales nos ha permitido hacer un mapa de contactos que se recoge en la figura…

Enlaces

Para saber más...

IV Censo ibérico de nutria paleártica


Referencias

Secem. Sondeos nacionales de nutria. http://www.secem.es/gruponutria/sondeosnacionales.htm
Secem. Estatus legal. http://www.secem.es/gruponutria/estatuslegal.htm
O bien
Secem. Grupo nutria. http://www.secem.es/gruponutria/cnnutria00.htm
Nutria (Lutra lutra) en España. Magrama.
Delibes, M; Rodríguez, A. La situación de la nutria en España, una síntesis de sus resultados. Ministerio de Medio Ambiente
Ruiz-Olmo, Jordi y Delibes, M. 1998. Eds. La nutria en España ante el horizonte del año 2000. Sociedad para la Conservación y estudio de los Mamíferos (SECEM). Barcelona-Sevilla-Málaga.

Agradecimientos

Queremos manifestar nuestro reconocimiento a las siguientes personas que hay contribuido con citas recientes de la especie al resumen-actualización del status de la nutria en Navarra que se presenta

Itziar Almarcegui
José Ardaiz
David Arranz
Gabi Berasategui
Asier Estarriaga
Javier Fabo
Daniel García-Mina
Montse Gorria
Mariángeles Igargutxi
Jesús Mari Lekuona
Juan Carlos Lorenzo
David Miqueleiz
Mari Carmen Montoro
Emilio Salvatierra
Haritz Sarasa
Oier Torrecilla
Diego Villanua

sábado, 11 de abril de 2015

La nutria en Navarra... para saber más


Las señales de la nutria, huellas y excrementos

Autores. Juan Ignacio Deán Pinedo y Daniel García Mina




Huellas

La nutria tiene cinco dedos en cada pie, unidos parcialmente por una membrana. Las huellas son muy fáciles de reconocer.
Lo primero son grandes, y lo segundo con 5 dedos (de ese tamaño no hay más mamíferos parecidos). En dimensiones no son muy diferentes los pies de las manos;  en su conjunto miden 58 mm de ancho por 56 de largo (n=70). Después de medir un número suficiente resultan ser un poco más anchas que largas. Las huellas más pequeñas, las que se imprimen sobre sustratos más duros miden en torno a 42 por 42 y las más grandes 76 por 72. Muchas veces se ven los cinco dedos pero no siempre. Las señales de la uñas solamente aparecen como pequeños puntos al final de las almohadillas digitales y no como señales claramente diferenciadas; cuando aparecen, están pegadas a la huella del dedo y se puede decir que tienen forma de “lagrima”. Añadir también, que a pesar de la existencia de membrana interdigital, casi nunca se puede visualizar su marca en el campo.



Dibujo. Alfonso Fernández

La huella de pata trasera parece ser un poquito más grande de media de ancho con 61 mm que de largo con 58 mm para una muestra de 12 huellas claramente identificadas como traseras. Y además, con frecuencia pisa con toda la planta, lo que la alarga hasta 82 mm con un rango entre 69 y 90 mm (n=12).
Al paso, la huella del pie anterior queda impresa delante de la del pie posterior (pero esta marcha es muy infrecuente en la nutria), siendo la distancia de avance de unos 40 cm. Al trote, el pie posterior marca parcialmente sobre la mano y esta marcha es más frecuente. En este caso la distancia de avance es de unos 70-80 cm. Sin embargo, la marcha más normal es el salto que suele dejar grupos de cuatro huellas, a veces, típicamente en diagonal, y otras de formar más variadas y menos estandarizadas. La distancia de avance al salto es más variable. En una buena serie de huellas al salto la distancia de avance fue de entre 50-60 cm.
Si el sustrato está muy blando, puede dejar con su cola una ligera y poco marcada huella de arrastre, pero a decir verdad es algo muy poco común y difícil de observar.





Serie de huellas de nutria con sus dimensiones. Las extremidades posteriores deberían ser la segunda y la cuarta de izquierda a derecha pero aquí no se ve toda la planta en las extremidades posteriores.





Huellas prácticamente modélicas. La segunda y la cuarta de izquierda a derecha son las extremidades traseras y en ambas se ha marcado el final de la planta de las mismas.






Más huellas de nutria. No siempre se dispone de una serie completa de las mismas. La huella que está más en la base sería muy complicado de asociar a una especie concreta si estuviera aislada.





Otra serie con las cuatro huellas de un ejemplar de nutria.





Sobre este sustrato duro se observa la forma redondeada de la huella y las cinco almohadillas digitales, características típicas de la especie. Pero sobre una superficie dura las dimensiones de la huellas se reducen, en este caso a límite dado el sustrato y las condiciones.





Sobre un sustrato de dureza intermedia, barro relativamente duro, las huellas de nutria presentan este aspecto. Las uñas prácticamente no se aprecian.





Huella de nutria sobre un sustrato diferente, la arena. En este caso son la forma, dimensiones y aspecto lo que la identifica (y seguramente unas cuantas huellas más que habría por los alrededores)






Más huellas sobre suelo blando. Son cuatro huellas donde dos de ellas se superponen sobre las otras dos. En una se ven muy bien los cinco dedos con la forma típica de las huellas de la especie. En otra se ven cuatro dedos y una duda…





Rastros de huella. En este caso el rastro más típico del desplazamiento de la nutria al salto con una disposición de las huellas en diagonal.





Rastros de nutria. Una nutria entra al agua al trote corto o al paso largo. La mayoría de las huellas traseras se superponen en grado variable sobre las delanteras.







Rastro de nutria al salto. La distancia de avance (la distancia entre dos impresiones consecutivas de la misma para), como se muestra en la figura oscila entre 521 y 580 mm.





Rastros de nutrias que entran y salen del río en una zona con barro blando.





Rastros de nutrias. Las marcas rojas muestran los rastros de un ejemplar sobre el barro, aunque podrían ser de varios ejemplares en momentos diferentes.





¿Cómo sabemos que la nutria ha visitado un cierto lugar varias veces? Aquí se muestra un ejemplo de fotografías de la misma zona en fechas diferentes pero próximas (en verde en la parte superior) y se muestran las huellas “nuevas” entre un día y otro. De los cinco días en los que se tomaron las fotografías en 4 de ellos hubo huellas “nuevas” lo que muestra la predilección del ejemplar de nutria por la zona.





En ocasiones es posible reconocer un rastro de nutria relativamente largo como es el caso de la fotografía.





Otro  ejemplo de un rastro relativamente largo de nutria.


Excrementos

Los excrementos de la nutria tienen función territorial y con frecuencia son colocados sobre piedras en las orillas del río o en pequeños promontorios que levantan algunos ejemplares. Con frecuencia son bastante amorfos y rápidamente se disgregan. Lo más característico y diferenciador es su fuerte olor a pescado. Además de este olor a pescado, cada ejemplar impregna las heces por medio de una serie de glándulas que aportan información a otros individuos de la especie sobre la edad, el sexo, la condición reproductora y el status. La distribución de los excrementos y la frecuencia de defecación están en función de este objetivo territorial.
Dada su dieta, los excrementos de la nutria suelen contener predominantemente huesos y escamas de peces y restos de caparazones de cangrejos que son visibles en los mismos. Recién depositadas las heces son negras, bituminosas y viscosas pero se deshacen con cierta rapidez a la vez que adquieren un tono más grisáceo. Suelen ser pequeñas para el tamaño de la especie y, como se ha comentado más arriba, este hecho está relacionado con la posibilidad de hacer pequeñas deyecciones y depositarlas en numerosos emplazamientos para reforzar la presencia territorial e informar así a otros congéneres que puedan visitar la zona.


En algunos casos, si además de no deshacerse con rapidez, el agua no arrastra y se lleva los excrementos, se pueden llegar a formar pequeñas letrinas con excrementos de varios días diferentes.





Excremento de nutria extremadamente bien preservado. Es raro encontrar extremento de nutria tan bien formados. Sin embargo, no son consistentes y rápidamente pierden la forma.




Letrina de nutria con numerosos excrementos




Este excremento se ha ido descomponiendo y cambiando su color negro original por otro grisáceo. Ha sido colocado en un sitio relativamente prominente para que sirva de señal territorial.




Excremento colocado sobre una piedra con fines de marcaje territorial




En este excremento, colocado en lugar prominente como marcaje territorial, se aprecian claramente las escamas de peces.




Excrementos más difíciles de identificar. Igualmente colocados en lo alto de una piedra prominente. El olor característico de estos excrementos es un parámetro determinante en la clasificación


Los horarios de la nutria
A falta de mejores medios, cámaras nocturnas o el marcaje de ejemplares con emisores GPS, y tras una labor detectivesca, en ocasiones hemos podido constatar el horario de uso de ciertas zonas por parte de la nutria. Va aquí, a continuación, con nuestro agradecimiento a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) la crónica de una de estas investigaciones.





Esta noche pasada casi de amanecida o incluso ya amanecido nuestra amiga “Paca”, la nutria, ha vuelto a estar en uno de los lugares que tenemos supervisados en Pamplona en busca de mamíferos y en particular de las nutrias.
En la foto 1 se pueden ver las huellas tras la crecida de esta noche. La crecida, resultado de las persistentes lluvias de ayer, ha limpiado casi todas las huellas antiguas y las nuevas se marcan con una nitidez de agradecer: por ello la identificación es inequívoca y podemos saber que las huellas son de esta noche pasada a partir de las 12. En la segunda gráfica (gracias nuevamente a la Confederación hidrográfica del Ebro-CHE)  se observa efectivamente el pico sobre media noche. El límite derecho se corresponde con la hora de las fotografías cuando el Arga tenía un aforo de 1,28 m.
En la foto 3 se observan las huellas marcadas y como se pierden al llegar antes de la orilla: en realidad el animal sale del agua y no ha vuelto por el mismo sitio sino que ha salido necesariamente al jardín ya que solo había un rastro en una sola dirección. Hay que asumir que cuando el animal salió del agua la zona sin huellas todavía estaba cubierta por el río. Grosso modo estimo que el nivel del agua podría estar entre unos 10 y unos 30 cm. La bajada del agua desde la medianoche son 40 cm. Ese rango de 10-30 corresponde a las flechas azules de la foto dos, es decir en el eje de las X, entre las 5 y las 9. Lo más probable es que el nivel estuviera entre los 15 y los 20 cm por encima del aforo en el momento de las fotos y eso se ha marcado con flechas rojas, entre las 06:30 y las 07:30.
Más abajo se pueden ver otras huellas de muy buena calidad y un excremento de un día anterior en las proximidades del club Natación; en el fijándose bien se aprecian escamas de pez.

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